¿Qué es la radiación solar y qué debemos saber sobre ella?

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Todos sabemos que los rayos del sol se reflejan en el asfalto, en el agua, en la arena o en la nieve, pero ¿qué significa exactamente? Esto quiere decir que no solo recibimos los efectos de la radiación de forma directa sino que también estamos expuestos de forma indirecta a los reflejos que se producen por rebote contra las superficies sobre las cuales nos encontramos. A este fenómeno se lo llama radiación reflejada.

Pero, ¿qué son los rayos ultravioletas?

El espectro solar está compuesto por tres tipos de energías lumínicas: la luz visible, la infrarroja y la ultravioleta.

La luz visible, como su nombre lo indica, es la que el ojo humano puede percibir y está compuesta por las distintas radiaciones que se observan en el arco iris y su espectro de colores: violeta, índigo, azul, verde, amarillo, naranja y rojo.

La infrarroja es la radiación responsable del calor que proporciona el sol.

Por último está la radiación ultravioleta (UV) que se divide en tres tipos:

La radiación UVA no es retenida por la atmósfera pero es la menos dañina para el ADN. Estos rayos broncean la piel, penetra en las capas más profundas y si bien no producen síntomas inmediatos, a largo plazo pueden incidir sobre la aparición de cáncer de piel y el envejecimiento prematuro entre otras patologías.

Por otra parte los UVB son los más peligrosos y nocivos de los tres y actúan sobre la epidermis, la capa más superficial de la piel. Casi todos estos rayos pasan a través de la capa de ozono pero su actual deterioro aumenta la peligrosidad de los mismos. Son los máximos responsables de las quemaduras producidas por el sol y el fotoenvejecimiento.

Por último tenemos los rayos UVC que son absorbidos en su totalidad por las capas atmosféricas, razón por la cual no llegan a la tierra y no toman contacto con nuestra piel.

¿Qué otros factores influyen sobre la intensidad de la radiación?

Hay diversos factores que inciden, entre ellos se encuentran:

  • La hora del día: cuando el sol se encuentra en su punto más alto es cuando mayor cuidado hay que tener. Esto se produce las horas previas y posteriores al mediodía y es por este motivo que hay que evitar exponerse entre las 10 y las 16 horas.
  • La superficie sobre la cual estemos: otro de los factores que inciden en la intensidad de la radiación solar son la refracción en el asfalto y las paredes, y la reflexión sobre los vidrios de edificios y espejos, por ejemplo. El pasto refleja un 3% de la radiación, la arena un 17%, el agua alrededor de un 5%, mientras que la nieve puede reflejar hasta un 85%. Así, la radiación reflejada va a aumentar e intensificar los daños que producen los rayos UV.
  • Altitud: a mayor altitud, aumenta su intensidad. Por este motivo la radiación UV es menor a nivel del mar.
  • Estación: de acuerdo a la estación del año también se producen fluctuaciones. En el invierno la radiación solar recorre un trayecto más largo a través de la atmósfera para llegar a la superficie de la Tierra, por lo que tiene menor intensidad, y en verano se produce el efecto contrario.
  • Nubosidad: si bien las nubes no filtran la totalidad de los rayos, cuando están presentes actúan como filtro para que lleguen con menor intensidad a la tierra.
  • La contaminación atmosférica: el smog puede llegar a reducir la intensidad de los rayos UV.

¿Por qué la radiación daña la piel?

Cuando la radiación llega a nuestro cuerpo, una parte se refleja fuera de la piel, pero otra es absorbida. Ésta genera daños sobre las células produciendo su muerte, y dichas células hacen que nuestra piel se vea vieja. Los rayos ultravioleta también pueden modificar nuestro ADN produciendo mutaciones que pueden derivar en futuras enfermedades en la piel.

¡A protegernos!

Es muy importante ser conscientes de los daños que pueden producir los rayos UV sobre nuestra piel y protegernos. Dermaglós cuenta con una amplia familia de protectores, que podés consultar aquí .

Y no olvides que si tenés dudas sobre cuál es el protector solar adecuado para tu tipo de piel, lo mejor es que consultes a tu dermatólogo.