La maternidad en la actualidad, un rol que se resignifica

Decoration

Madres que dedican la vida entera a los hijos: bordan, cosen, tejen y cocinan. Dan la teta, limpian la casa, lavan la ropa a mano y en sus tiempos libres hornean una torta. Ayudan a los chicos con la tarea, no se pierden nunca una actividad escolar y las viandas son siempre de comida casera. Pero, ¿todavía existe este tipo de mamás? Claro que no, en tiempos de tecnología, velocidad y liberación femenina este modelo de madre abnegada que deja todo por sus hijos nos resulta anacrónico. ¿Cómo es el nuevo rol de la madre? ¿Cómo viven y sienten las mamás de hoy? En la actualidad, muchas madres reparten su tiempo entre hijos, trabajo, estudio y salidas con amigas. Necesitan divertirse y disfrutan sin prejuicios de estar lejos de la vida familiar y se hacen el tiempo para relajarse lejos de los quehaceres domésticos, el cuaderno de comunicaciones y las planillas de Excel. Pero algunas mujeres pueden vivir esta etapa con culpa y desconcierto, muchas veces victimas de viejas creencias e imposiciones sociales, por eso decidimos explorar el nuevo rol de la madre y algunos consejos para poder disfrutar sin sentir el dedo acusador en la nuca.

  • Una mamá feliz hace hijos más felices: de nada sirve quedarte todo el día fregando en casa, que hagas el dobladillo del uniforme o que ayudes a tus hijos con la tarea todos los días si lo hacés de mala gana y no sos feliz. Los chicos perciben cuando hay problemas, descontento o cuando por el contrario estamos felices y de buen ánimo. Es preferible que mandes a tomar el ruedo a la modista y no intentes ser la madre que todo lo puede. Tratá de identificar las tareas menos gratificantes y delegalas.
  • Inmunizate de las críticas ajenas: muchas veces la gente que nos rodea tiene muy arraigado el antiguo modelo maternal y nunca falta el que exclama que madres eran las de antes. Tratá de tener en cuenta que todas las generaciones sufrieron en menor o mayor medida esta comparación aludiendo a sus antecesores. Las madres no son mejores ni peores que antes, son distintas.
  • Siempre buscá tu espacio: es fundamental que busques un espacio donde no seas “la mamá de” y que simplemente puedas ser vos. Si trabajás fuera de casa esto es más sencillo, pero si sos de las que hacen home office o estás dedicando el tiempo a criar a tus hijos te recomendamos que empieces alguna actividad. Puede ser ir al gimnasio, un taller literario o cerámica, lo importante es que ese momento sea de placer y de desconexión con la vida familiar.
  • Compartí la crianza con el papá: así como el rol de las madres ha cambiado muchísimo, el rol del hombre frente a la paternidad también lo ha hecho. Los hombres ahora cambian pañales, bañan a sus hijos y lo disfrutan. Compartir las tareas con ellos puede ser una forma de descomprimir, compartir la angustia y alegrías que dan los hijos a diario.
  • Hay que aprender a pedir ayuda cuando hay algo que te excede o simplemente cuando estás cansada y necesitás un respiro. Nadie puede con todo y mucha de la gente que nos rodea está dispuesta a ayudarnos, solo tenemos que animarnos a pedir una mano.
  • Hacé tribu: juntarte con otras mamás que estén pasando por situaciones similares y compartir con ellas puede resultar muy contenedor.

No lavamos más pañales a mano ni nos dedicamos a la maternidad de forma exclusiva pero salimos con amigas que nos hacen reír a carcajadas y volvemos renovadas, sabemos que no podemos con todo solas y compartimos la crianza con los padres.

Madres: las de hoy, las de ayer y las de mañana, seguimos siendo las que perdemos el sueño cuando nuestros hijos se enferman y nos emocionamos en el acto del colegio. Mamá, madraza y mamita, ni abnegada ni abandonada, madre orgullosa y apasionada.